Árida

Novela ganadora del I Premio Internacional de Novela Corta Francisco Ayala.

Sinopsis

Árida es la ruina de una aldea remota caída en la desgracia y el abandono. Está situada en medio de una inmensa llanura desértica, donde solo hay polvo, un calor asfixiante, y el canto insoportable y constante de cientos de chicharras.

En Árida solo habita la guardesa; una anciana que decide quedarse para acomodar a los caminantes que pudiesen ir llegando, y para cuidar del viejo cementerio y de las tumbas de sus antepasados.

Árida es un territorio geográfico y emocional en el que el tiempo se mide con sus propios parámetros. Es también la entrada a una dimensión intangible que se sitúa entre lo real y el trasmundo; entre la vida y la muerte.

Árida es un western de zombis; una novela coral construida con seis voces, de tres hombres y tres mujeres, que tienen una cosa en común: todos están muertos.

Sobre Árida se ha dicho

«Una obra con toques surrealistas y proféticos que nos alerta del futuro que nos acecha». JOSÉ MARÍA MERINO.

«Árida presenta una galería de personajes dantescos, en el borde de la ultratumba, dentro de un espacio cargado de desolación». EVA DÍAZ PÉREZ.

«Son muy escasos los libros que te incitan, una vez acabados, a volverlos a empezar». RICARDO MARTÍNEZ LORCA.

«El autor es un maestro del lenguaje y del simbolismo». SANDRA DE OYAGÜE.

«Qué buena es la escritura de Tocornal, con un estudiado pero comedido uso poético, y cómo fluyen las frases. Es un libro para leer en voz alta». ARÁNZAZU MIRÓ.

«La precisión léxica, el lirismo cruel, la crudeza naturalista y la profunda humanidad con que Tocornal aborda la vulnerabilidad de sus personajes, completan este espejo barroco, tras cuyo azogue nos sentimos interpelados». FERNANDO PARRA NOGUERAS.

«Lección de alta literatura». JOSÉ LUIS IBÁÑEZ SALAS.

«No sé de otro escritor que lleve tan al extremo sus hallazgos temáticos; al último límite no, más allá». ROMÁN PIÑA.

«Con Árida, Antonio Tocornal ha sido valiente y ha abandonado su zona de confort, la historia estructurada, sin renunciar a su esencia, el lenguaje preciso y precioso. Este arrojo viene a confirmar que la naturaleza del autor se construye sobre lo artístico, porque es ARTISTA, y su carácter irredento se reafirma en la búsqueda de otras voces que pongan a prueba su enorme talento, su agudeza humana y emocional». MANUEL RODRÍGUEZ.